Poema para un niño que habla con las cosas ( de Raúl González Tuñón)
Toma este mundo, cuídalo.
Es una cosa seria y es una simple cosa.
Conquístalo, contémplalo, ámalo para siempre,
musical niño/a mío,
predilecto del pan y de la rosa.
Te lo regalo, es tuyo.
Y te regalo un barco
y te regalo un barco dentro de una botella..
Un farol marinante.
Las golondrinas y las mariposas.
Una sirena anclada en el estante.
La bandalisa de los circos pobres.
La luna en el espejo.
Un mapa, un numeroso y palpitante mapa,
un mapa con las rutas
que siguiera Juancito Caminador, tu viejo.
La Esperanza.
Y una caja de música que traje de la estrella.
Toma este mundo, tómalo. ¡La vida es vasta y bella!
Mira siempre allá lejos, hijo mío/a… Allá lejos.
El día de las infancias en la escuela se convirtió en realidad en una semana entera y aún varios días anteriores organizando, planificando, susurrando ideas, generando encuentros con otros y otras docentes y con las familias. Queríamos que ese día no quedara sólo en eso, en "un día". Un día de regalos, merienda compartida y augurios de felicidades para el domingo. Queríamos "celebrar las infancias", que las familias las celebren y que ellos y ellas se celebren disfrutando ese puente que siempre existe escuela - familias.
Comenzamos entonces recibiendo al dúo "Las Capelinas Cuenta Cuentos" del cual yo, bibliotecaria de la escuela formo parte. "Las Capelinas" regalamos a ambos ciclos dos espectáculos de cuentos donde niños y niñas participaron junto a sus docentes de un intercambio mágico. La narración de cuentos contribuye a la formación de lectores y lectoras al poner al servicio de los textos literarios un cuerpo y una voz que los vehiculiza. A través de los cuentos podemos encontrar el sentido y la poética de la existencia humana.
Al día siguiente, viernes 17 de agosto, las docentes de Educación Física organizaron juegos deportivos para toda la escuela. Una mañana de viernes a puro juego, vitoreo donde docentes y niños, niñas, formaban parte de los mismos equipos. Entre pelotas, redes, colchonetas, niños, niñas, adultos y adultas, combinaron habilidades, posibilidades y se animaron a nuevos desafíos.
Finalmente, el cierre de estas jornadas. Familias y escuela en un puente abierto de ida y vuelta. Este momento merece un párrafo aparte.
La Conducción de la Escuela propuso este año abrir un espacio a las familias no para que lleguen como oyentes o colaboradoras de lo que la escuela hace, sino para ofrecerles un tiempo y un lugar donde puedan traer lo que tengan para dar y que ese "dar" no sea algo físico, un objeto, o que no sea sólo eso. Un tiempo de calidad y encuentro. Un tiempo donde familias, escuela e infancias se encuentren en un ida y vuelta compartido. Hacer esto no es algo habitual para madres, padres, abuelos, abuelas, hermanos o hermanas mayores, acostumbradas, acostumbrados a que la escuela les indique cómo participar y colaborar, ahora venían y se les decía "contanos qué te gustaría hacer con tus chicos, chicas en la escuela, qué te gustaría compartirles: un cuento, un relato de tu infancia, juegos que jugabas, recetas de comidas, saberes que quieras transmitir y disfrutar".
Para organizar estos "talleres-encuentros" las familias recibieron un día y horario por grado para juntarse conmigo, bibliotecaria, y conversar cada propuesta que ellos o ellas trajeran. Esa propuesta fue escuchada, orientada al ámbito escolar y sus tiempos, así como el material necesario para llevar a cabo la actividad posterior al relato si es que la había. Cuando fue necesario, las familias se juntaron con la bibliotecaria o con el o la docente del grupo más de una vez. En todo momento se realizó una escucha atenta, en el marco de "lo escolar", respetando el deseo de esa familia que se acercaba a entregar y dar algo tan preciado como sus propias vivencias. En estos días iremos compartiendo fotos y videos, así como relatos testimoniales de estos encuentros